Saludo del Rector
ESTIMADOS HERMANOS Y HERMANAS DE NUESTRA QUERIDA HERMANDAD
No puedo sino comenzar estas líneas, agradeciendo de todo corazón la confianza depositada en cada uno de los componentes de esta junta de gobierno, ese mismo agradecimiento se torna en responsabilidad que cada uno de nosotros asumimos, con humildad, al jurar nuestros cargos.
El proyecto para estos cuatros años, ya fue explicitado antes de las pasadas elecciones.
Dentro de ese proyecto, la identidad de nuestra hermandad, ocupa uno de los primordiales fines.
Con casi 500 años de historia, nuestra hermandad ha creado un estilo propio de hacer las cosas, una forma de actuar que potenciaremos con la ayuda de todos nuestros hermanos, conscientes en todo momento de la herencia recibida y su importancia.
Mientras tanto, las puertas de Santo Domingo estarán siempre abiertas, y que nuestro templo sea refugio y remanso de paz de todos los marcheneros. Para que sigan depositando a los pies del Santísimo Cristo de San Pedro sus plegarias, sus oraciones, sus penas y sus alegrías.
Que nuestra Madre de las Angustias nos guarde, nuestra Señora del Rosario nos ilumine y que el Señor de todos los cristeros nos proteja.
Que así sea.
Francisco Aguilar