El templo de Santo Domingo
Este convento fue construido por mandato del duque D. Rodrigo Ponce de León (?-1530), a principios del siglo XVI, situado en un primer momento en la antigua Plaza de la Fuente (actual Plaza Alvarado) pero el terreno un poco pantanoso no fue del agrado del duque por lo que decidió trasladarlo a su actual ubicación.
La Fundación del convento corrió a cargo de Bartolomé Sánchez de Bonilla (?-1520), clérigo de la villa, y que bajo el patronato del duque lo escrituró el 27 de Agosto de 1517, constituido como casa de dominicos.
Según un cronista de la época, el convento de San pedro Mártir, fue uno de los mejores de la provincia de Sevilla, siendo próspero y laborioso, donde se dio Cátedra de Teología Moral.
Entre los dominicos ilustres que pasaron por este convento, destacan:
– Fray Gabriel de la Vega, nacido en la villa de Marchena en 1538 y fue confesor del Emperador de Austria y murió en el convento que le había visto nacer en un 9 de Marzo de 1631.
– Fray José de Santa Mencía Navarro, que profesó en este convento y marchó a Filipinas, donde sufrió martirio, según se apreciaba en dos retratos que al parecer se hallaban en el convento, uno, donde aparece con cinco heridas, y otro rodeado de 3 indios que le atraviesan el cuerpo con sus lanzas, postrado de rodillas, con la inscripción «Padeció el Martirio un 23 de Enero de 1661».
– Fray Baltasar Pérez de Góngora, el cual ejerció en San Pedro Mártir y se traslado a al convento de Santo Tomás de Sevilla.
– Fray Andrés Bruno, del cual se sabe que es origen irlandés.
El Convento dominico desapareció con la exclaustración en 1835.
Hay que reseñar la celebración de las honras fúnebres, de Doña Maria de Toledo, esposa del Duque Don Cristóbal Ponce de León en 1565, y las de su suegra doña Catalina Fernandez de Córdoba, Marquesa de Priego en 1569, señalando que el total de los gastos ascendió a la cantidad de 20.000 maravedíes.
LA IGLESIA
La bóveda de la Iglesia es de crucero, de estilo gótico y policromado. En la parte superior de la Iglesia, se representa la heráldica de los Ponce de León.
El retablo mayor es de 1620, de estilo renacentista con transición al Barroco.
En dicho retablo se observan varias pinturas de autor desconocido, donde se representan el «Éxtasis de Santa Catalina», «Éxtasis de Santa Teresa», «Éxtasis de San Francisco» y la «Inmaculada». Presidiendo el altar, la imagen del Santísimo Cristo de San Pedro, crucificado del siglo XV, de autor anónimo y restaurado en 1865, bajo el mandato de José Ternero Montero. A ambos lados del altar, se aprecian sendos sarcófagos en jaspe rojo y negro, donde se acogen los restos de su fundador y su esposa.
Las paredes del prebisterio adornados con azulejos de 1636, con motivos figurativos y entre los que destacan los escudos de los Ponce de León y de la Orden Dominica. Completan la decoración del prebisterio, en lo alto del muro, pinturas que narran el episodio de la vida de San Pedro Mártir y otras pinturas de la Inmaculada y Santo Tomás de Aquino.
La Sacristía, ubicada en la parte izquierda del prebisterio, data de mediados del siglo XVIII, al igual que un mueble de cajoneras conservado en dicho habitáculo. Destacándose la imagen de Santo Domingo en actitud de flagelante, y mesa de mármol rojo.
En la nave principal del templo, a la izquierda encontramos el retablo de la Virgen del Rosario, imagen de candelero del siglo XVI, de autor desconocido y patrona de la villa. E el centro de la nave, el retablo de la Virgen de las Angustias, obra del imaginero Gabriel de Astorga y Miranda, profesor de Bellas Artes de la escuela «Tres Nobles» de Sevilla; acompañando a la virgen aparece la figura del apóstol San Evangelista, realizada en el siglo XIX y atribuida al mismo autor. Como apunte, señalar que este era el antiguo altar de la imagen del crucificado. El último retablo pertenece a la imagen de San Vicente Ferrer.
En la parte derecha, cercano al prebisterio, destaca el retablo de Santa Lucia, siendo el mas antiguo de todos, fechado en el siglo XVII; esta Santa y Mártir, perteneció a una familia pagana, viendo entre los años 281-304, considerada como la «Abogada de la vista», y en la parte inferior, destacar dos pinturas: «San Antonio Abad» y «Santa Catalina de Siena», fundadora de la orden dominica para mujeres. El retablo de San José con el niño, data de 1750 y resalta el detalle de una aureola y vara en plata sobre el lienzo. Ya en la zona más próxima a la puerta, encontramos el retablo de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden Dominica, y el último retablo pertenece a la imagen de Santa Ana con el Niño, que al igual que los demás, pertenece al siglo XVIII.
Dos canceles, dan acceso al templo, ambos de 1757, obras maestras de la carpinteria y herederos del gran alarife y tratadista marchenero Diego Lopez de Arenas. En el cancel de la entrada principal descubrimos aparte del escudo de los Ponce de León y de la Orden Dominicana, cuatro vidrieras, en las cuales se representan los emblemas de María, San Sebastián, Orden Dominicana y de la Hermandad.
En las dependencias de la Hermandad, destacan los cuadros de «Santa Ursula» y «El Martírio de las Once Mil Virgenes» de Juan Bautista de Ameiens, fechados en 1590. En la actual Sala de Juntas, el lienzo de «El Abrazo de Santo Domingo y San Francisco», celebrado en la ciudad de Bolonia, de autor desconocido.
RAMÓN LUNA ROMERO