Paso de María Stma de las Angustias
Nos tenemos que remontar a finales del siglo XIX, cuando tras la realización por parte de Gabriel de Astorga, en 1867, de la talla de Maria Santísima de las Angustias, se comienza la elaboración de lo que sería el paso procesional.
En un primer momento, solo se encargarían un juego de diez varales de corte geométrico, sin labrar, adornado con 7 magollas cada uno, peana y techo de palio estilo cajón a modo de cestería con bambalinas, todo en plata de ley y confeccionados por Olavides.
En cuanto a la composición principal, no se contemplarían ningunos cambios de mayor interés hasta los años 40, cuando se efectuara la reforma más importante que haya sufrido este paso desde sus inicios. En 1940, Seco Velasco, realizó quizás el complemento mas notable, los respiraderos, doce varales de corte circular labrados y el juego de candeleros, ya que antes se disponía de un pobre conjunto de candelabros. Del mismo modo se concibieron los faldones bordados en sus esquinas, obra de las Hnas. Trinitarias. Ya en 1949, el propio Seco Velasco, acopló al conjunto los dos candelabros de cola, y el juego de jarras.
Teniendo en cuenta que el paso ya contaba con todos los atributos para gozar de una completa ornamentación, tuvieron que pasar mas de 30 años para poder advertir alguna evolución. En 1982 Manuel Domínguez diseña la capillita de la Virgen del Rosario, situada en la parte frontal del pasillo de la candelería, creando también la imagen de la Virgen del Rosario de dicha capillita; la orfebrería, correría a cargo de los talleres de Hijos de Juan Fernández, los mismos que se encargaran del resto de las reformas aplicadas al paso, como el remplazamiento de 52 candeleros en alpaca plateada (1989) y otros 14 para rematar la candelería (2000). También señalar la restauración de respiraderos y bambalinas en 1992.