El Santísimo Cristo de San Pedro
El Cristo de San Pedro es una buena muestra de las pervivencias goticistas de finales del Siglo XV y principios del Siglo XV I. Obra de notable interés, participa de los rasgos estéticos que definen en esa época a los Crucificados de tres clavos.
Aunque su postura acusa cierta rigidez, los alargados brazos quedan en posición no perpendicular al cuerpo.
La cabeza inclinada hacia la derecha, cae contra el pecho, sus facciones son muy peculiares, glóbulos oculares muy abultados con los parpados a medio cerrar con gesto mortecino, la nariz larga y recta y la boca pequeña y entreabierta dejando asomar una dentadura tallada, la barba se abre a la altura del mentón.
Lleva cabellera tallada al modo medieval, el torso, el paño y las piernas aun manteniendo el canon flamenco, características de finales del Cuatrocientos.
El vientre abultado y tórax prominente y regueros de sangre parten de las heridas de los pies, manos y costados, recorriendo una policromía reciente, que oculta un tanto los valores fisionómicos de la Imagen y los aciertos del artista que lo talló.
La Restauración del Cristo fue efectuada por Gabriel Astorga Miranda, que además de escultor, se ocupaba de esta clase de trabajos, restauración efectuada en Sevilla.
La Imagen llegó a Marchena el 29 de septiembre de 1865, dos años más tarde este escultor realizó la Imagen de la Virgen de las Angustias.
En esta restauración se le cambió la policromía que era oscura por otra más clara y el pelo natural se le cambió por el de estopa.
Esta Imagen llegó a Marchena en el año 1481 para presidir el Altar del Hospital de San Pedro, situado en la calle Alcaudete, y que había una solicitud de Doña Beatriz de Pacheco, “Marquesa de Cádiz”.
Esta Casa donde estuvo situado este Hospital, pertenecía a una de las familias más ricas de la Villa de Marchena.
Con respecto al nombre de dicho hospital que no aparece en la documentación estudiada (posiblemente fuera un error del que lo escribió).
Esta Imagen está en esta Iglesia desde la fundación del Convento de San Pedro Mártir, fundado por D. Rodrigo Ponce de León, I Duque de Arcos en el año 1517.
Esta Imagen gozó de gran devoción hasta el primer tercio del Siglo XVIII.
Procesiona bajo un artístico Dosel, elemento poco usual en las Procesiones de Semana Santa.
Confeccionado en el último tercio del siglo XIX en terciopelo carmesí, con ricos bordados en oro y atribuido a las hermanas Ana y Josefa Antúnez
El Paso Procesional fue realizado en 1941 por José Sanjuán y con un coste de (23.100 pesetas).
Fue ampliado en 1967 por Antonio Díaz Fernández, incorporándoles 4 Capillas en las esquinas que contienen Imágenes de los Evangelistas, realizados por Manuel Domínguez.
Pertenece al estilo neobarroco sevillano, compuesto por canasto, con cartelas que contienen los pasos de la “oración en el huerto, coronación de espinas, flagelación y calle de la Amargura, figurando en la delantera 2 ángeles llorones del Siglo XVIII.
En los Respiraderos aparen los Escudos de: La Hermandad, Orden de Predicadores, San Sebastián y el de Los Ponce de León .
Seis candelabros de guardabrisas iluminan la Imagen de este antiguo Crucificado.